Babak JAMASSIAN, Estados Unidos
Introducción: El tuberculoma del sistema nervioso central (SNC) representa casi el 1% de todas las presentaciones de tuberculosis (TB). La incidencia del tuberculoma cerebral está aumentando en los países desarrollados debido al SIDA y la inmigración de países endémicos de TB. Los síntomas y hallazgos radiológicos de la TB del SNC pueden ser inespecíficos y conducir a un diagnóstico o tratamiento incorrecto. Aquí describimos un caso de tuberculoma cerebral en un paciente que se pensó que tenía una neurosarcoidosis debido a la biopsia que mostró un granuloma no caseoso. Informe de caso: Un paciente afroamericano de 79 años con antecedentes de cáncer de próstata presentó debilidad progresiva, dolor de cabeza y confusión. Los niveles de PSA libre y total estaban dentro de los límites normales. La resonancia magnética cerebral mostró una lesión frontal izquierda de 4,1 x 3,3 x 4,1 cm en la superficie del ventrículo lateral izquierdo con edema vasogénico y desplazamiento de la línea media. La biopsia estereotáctica de la lesión no fue concluyente y mostró la posibilidad de un granuloma no caseoso. Este resultado fue similar a una masa paraadrenal derecha que se había biopsiado un año antes. El diagnóstico patológico fue a favor de la sarcoidosis y se descartó el cáncer de próstata metastásico. El paciente había inmigrado de Liberia y negó cualquier síntoma constitucional. El ensayo de liberación de interferón gamma fue positivo y la TC de tórax mostró calcificaciones pleurales pero sin evidencia de tuberculosis activa. El frotis de sangre para bacilos acidorresistentes (BAAR) fue negativo. El cultivo de BAAR de médula ósea fue negativo. El estudio reumatológico e infeccioso de sangre, suero y líquido cefalorraquídeo no mostró nada destacable. La biopsia cerebral estereotáctica no fue concluyente y mostró astrocitosis, por lo que posteriormente se le realizó una biopsia cerebral abierta frontal izquierda que fue compatible con inflamación granulomatosa. El cultivo de tejido fúngico, el esputo y los hemocultivos fueron negativos. Se le inició de forma empírica medicación antituberculosa y tratamiento con dexametasona. No hubo mejoría clínica significativa después de dos semanas de tratamiento antituberculoso, por lo que, considerando el posible diagnóstico de neurosarcoidosis, recibió metilprednisolona intravenosa. Más tarde, el cultivo de la biopsia cerebral desarrolló BAAR. Le diagnosticamos tuberculoma cerebral. Después de un mes de tratamiento, la TC de cabeza mostró una resolución casi completa del desplazamiento de la línea media y una disminución del edema de los lóbulos frontal izquierdo y parietal bilateral. Discusión: En nuestro caso, el diagnóstico fue difícil debido al granuloma no caseoso en la biopsia y la falta de BAAR demostrable en múltiples muestras. Hasta el 14% de los tuberculomas cerebrales pueden presentarse con granulomas no caseosos y, además, hasta el 50% de las muestras de tuberculosis con cultivo positivo fueron inicialmente negativas en el frotis. Esto sugiere que el índice de sospecha en un paciente de alto riesgo debe seguir siendo alto incluso ante múltiples resultados negativos. Considerando el curso catastrófico del tuberculoma cerebral, los médicos también deben considerar el tratamiento antituberculoso empírico en pacientes de alto riesgo.