Alisher Oripovich Okhunovich
El objetivo principal de nuestra investigación fue crear la máxima restricción del proceso purulento-necrótico en el pulmón, la obstrucción del bronquio de drenaje manteniendo su saneamiento, sellando el drenaje transtorácico y creando una cavidad desbloqueada controlada.
Después de la colocación transtraqueal endobronquial y transtorácica bajo control radiológico de los drenajes, la cavidad destruida se lavó a fondo con solución de hipoclorito de sodio al 0,18%. El obturador del drenaje transtorácico se conectó a un sistema de aspiración activa con un vacío de 20-30 mm H2O. Un catéter obturador endobronquial se conectó a un recipiente con una solución ozonizada de cloruro de sodio al 0,9% hasta 500 ml por día en combinación con una solución de hipoclorito de sodio al 0,18%, en un volumen diario de hasta 1000 ml. El lavado de la cavidad se realizó en modo de flujo-gota a una velocidad de 3-4 ml/hora.
Después de la disminución de la secreción purulenta y la liberación del secuestro necrótico, que se producía habitualmente a los 2-3 días, se interrumpía el lavado con una solución ozonizada de cloruro de sodio al 0,9%. Se empezaba a inyectar en la cavidad una composición hidrosoluble a base de dioxidina-proteolítica, compuesta por una pomada hidrosoluble de levomecolum (25 g), una solución al 1% de dioxidina (10 ml) y tripsina (100 mg). Para ello, cada 6 horas, el paciente cambiaba de posición corporal a una "antidrenante" en dirección al obturador transtorácico. Este último se dejaba abierto, se inyectaba una parte de la composición hidrosoluble-proteolítica en el catéter de obstrucción endobronquial de forma dosificada, hasta que su exceso se escurría por el drenaje transtorácico, lo que indicaba el llenado de la cavidad, tras lo cual se bloqueaba el drenaje transtorácico. Después de 60-90 minutos, el drenaje transtorácico se conectó a la aspiración activa a un nivel de 20-30 mm H2O y se bloqueó el drenaje endobronquial, lo que contribuyó al hundimiento de la cavidad.
Se realizó un examen radiográfico cada dos días. Cuando se formó una cavidad de paredes delgadas, lo que generalmente ocurrió entre 5 y 7 días después de la inyección de la composición proteolítica de dioxidina, se retiró el drenaje transtorácico. Todos los días, 1 o 2 veces al día, se le dio al paciente una posición del cuerpo "antidrenante", se inyectaron 0,5-1,0 ml de solución de lidocaína al 10% en la cavidad del absceso y después de 0,5 minutos se inyectaron también 0,5-1,0 ml de solución de Lugol. Después de la exposición, el catéter se conectó a una aspiración activa de 20-30 mm H20 durante 10-15 minutos.
Esta etapa se realiza hasta que la cavidad queda completamente cicatrizada, normalmente entre los 8 y 12 días.
Así, el desarrollo y aplicación de métodos originales de drenaje transtorácico y saneamiento diferenciado de una lesión purulenta-necrótica en el pulmón con enfermedades purulentas-destructivas agudas permitió reducir la duración de la rehabilitación en 12,7 ± 0,5 días, aumentar la frecuencia de recuperación completa y clínica en un 12%, reducir la frecuencia de cronicidad en un 5,5% y la mortalidad en un 6,5%.
Nota: Este trabajo se envía para su presentación en el 3er Congreso Europeo sobre Vacunas e Inmunología programado para el 23 y 24 de septiembre de 2020 en Londres, Reino Unido.