Vivianne LB Souza
El consumo de leche de vaca es muy popular en todo el mundo debido a sus propiedades medicinales y nutricionales. El consumo de leche de vaca en particular se asocia con efectos beneficiosos para la salud además de su valor nutricional. Sin embargo, algunos metales esenciales pueden volverse "tóxicos" cuando su concentración aumenta en el cuerpo, especialmente en niveles de 40 a 200 veces superiores. Si la ingesta a través de la cadena alimentaria excede los niveles permitidos, la toxicidad puede convertirse en un problema grave. El ganado tiene el potencial de ser utilizado como indicador de contaminación ambiental. Debido a que son animales poco selectivos, el ganado puede contaminarse al masticar objetos que contienen estos elementos químicos o al ingerir agua o alimentos contaminados. Los niños son especialmente susceptibles a los efectos tóxicos del metal porque son altamente absorbidos e intoxicados con una concentración del elemento un 50% menor que los adultos. La leche es conocida como una excelente fuente de Ca y proporciona menos Zn y menores contenidos de Fe y Cu. En los últimos años, la contaminación de la leche se considera como uno de los aspectos más peligrosos. A pesar de la creciente preocupación y los programas contra la contaminación, se sabe muy poco sobre la distribución, el comportamiento y los efectos de los metales traza en la leche de vaca. Este trabajo tiene como objetivo informar sobre la presencia de metales traza en la leche.