Radkin Honzak
Los autores presentan un caso de antibiomanía en una mujer de 55 años con antecedentes de trastorno límite de la personalidad, anorexia nerviosa y sintomatología ansiosa y depresiva de larga duración asociada a la grave enfermedad de su marido. El cambio a manía se produjo después de dos dosis de 500 mg de claritromicina, el tercer antibiótico que se le había administrado en cuatro meses. Los síntomas maníacos eran tan graves que requirió hospitalización involuntaria. Los signos de manía desaparecieron en una semana en el pabellón psiquiátrico. Los autores plantean la hipótesis de que la vía patogénica de esta repentina reversión a la manía puede haber sido desencadenada por la dismicrobia de la flora intestinal inducida por la claritromicina, que pasó al sistema nervioso central a través de un intestino permeable o por estimulación directa del nervio vago.