Ruixue Yuan, Jialong Qi, Zhiqing Zhang, Shaowei Li, Ying Gu, Ningshao Xia
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) inicia la infección en las células T del huésped uniéndose a las moléculas CD4 en la superficie celular, también conocidas como el receptor celular primario. Por lo tanto, las moléculas CD4 humanas pueden ayudar al sistema inmunológico del huésped a montar una defensa inmunitaria, a controlar la homeostasis inmunitaria y durante el monitoreo inmunológico. De hecho, los reactivos anti-CD4 podrían usarse para perturbar la interacción VIH-CD4 y, de ese modo, neutralizar e inhibir directamente el VIH a través de las glicoproteínas de superficie. En la actualidad, se ha demostrado que varios anticuerpos anti-CD4 bloquean la infección por VIH-1 con características de amplio genotipo y altamente efectivas, algunas de las cuales se han probado más a fondo en ensayos clínicos. Aquí, revisamos algunos de los anticuerpos anti-CD4 más potentes aislados hasta la fecha y nos centramos en los conocimientos moleculares obtenidos a partir de la comprensión de la unión de los anticuerpos monoclonales (mAb) a los dominios CD4 D1 (mAb 15A7) y D2 (Ibalizumab). Estos puntos destacados pueden ayudar en el diseño de mejores reactivos anti-CD4 para el tratamiento del VIH.