Abate Yeshidinber
Introducción:
Uso de antibióticos sin signos clínicos, tratamiento de una enfermedad con un antibiótico no indicado para esa enfermedad y dosificación o vía de administración erróneas. El tratamiento con antibióticos no indicados es una amenaza importante para la salud pública en todo el mundo. El uso inadecuado de antibióticos para enfermedades infantiles comunes se articula de manera significativa y progresiva en los países de ingresos bajos y medios (PIBM). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo el 70% de los casos de neumonía en los PIBM se tratan con un antibiótico adecuado y aproximadamente la mitad de todas las infecciones virales agudas de las vías respiratorias superiores (ITR) y los casos de diarrea viral se tratan de manera inadecuada con antibióticos.
El Plan de Acción Mundial de la OMS sobre la Resistencia a los Antimicrobianos destaca la solución basada en evidencia de antibióticos para diagnósticos específicos como una técnica importante para mejorar el uso adecuado de los medicamentos antimicrobianos. A pesar de la afirmación mundial del uso de antibióticos clínicamente injustificado, los datos a nivel de establecimiento para identificar lagunas y orientar las intervenciones para mejorar las prácticas de prescripción de antibióticos basadas en evidencia son limitados en los países de ingresos bajos y medios.
La diarrea infantil sigue siendo la segunda causa de morbilidad y mortalidad entre los niños menores de cinco años. El tratamiento de rehidratación oral y los comprimidos de zinc son la base para su tratamiento tanto en el hogar como en los centros de salud. La atención primaria de salud es el principal nivel de contacto de las personas y las comunidades con el sistema de atención de salud y la solución adecuada es fundamental para obtener beneficios médicos sostenibles.
Antecedentes y objetivo:
El uso irracional de antibióticos ya es un problema mundial. No seguir las reglas clínicas al recetar es una de las principales explicaciones del uso irracional de antibióticos. La tos y/o la diarrea son las principales enfermedades infantiles en Etiopía y se espera que los proveedores de atención médica sigan las pautas nacionales disponibles al tratar estas enfermedades. Este estudio tenía como objetivo evaluar el grado de cumplimiento de las reglas por parte de los proveedores de atención médica al supervisar los casos de diarrea y/o tos infantil en los hospitales de Adís Abeba.
Métodos:
El estudio se llevó a cabo en tres hospitales públicos y veinte hospitales privados con fines de lucro de Adís Abeba que brindan asistencia clínica pediátrica en la ciudad. Se incluyó en el estudio a un total de 1073 niños de entre 2 y 59 meses. El tamaño de la muestra se determinó en función de la frecuencia de prescripción inadecuada de antibióticos en un entorno similar. Se asignaron cantidades equivalentes de casos a cada hospital médico y se incluyeron casos consecutivos en el estudio hasta completar el tamaño de la muestra en cada hospital. Los recolectores de datos abordaron los casos después de que los atendiera el proveedor de atención médica. Los datos se recopilaron prospectivamente de abril a junio de 2016 utilizando un cuestionario estructurado previamente probado. Se utilizó SPSS para Windows versión 20 para analizar los datos.
Resultado:
Del total, 936 (87,2%) niños fueron vistos en hospitales privados con fines de lucro y el resto en hospitales públicos. 571 (53,2%) de ellos eran varones. Del total, 490 (45,7%) asistentes aseguraron que el motivo de la visita al hospital fue la diarrea y 653 (60,9%) asistentes dijeron que la tos era el motivo de la visita a una clínica de urgencias. Sólo 72 (6,7%) asistentes afirmaron que el motivo de llevar a sus hijos a la clínica de urgencias era porque el niño tenía tos y diarrea. Se prescribieron antibióticos a 794 (74,0%) niños y el resto fueron enviados a casa con una guía sencilla o jarabe para la tos o analgésicos. Cotrimoxazol 209 (26,3%), amoxicilina 185 (23,3%) y cefalosporinas 174 (21,9%) fueron los tres antibióticos prescritos habitualmente. De aquellos niños a los que se les prescribieron antibióticos, 688 (86,6%) de las prescripciones fueron inadecuadas. La prescripción de antibióticos cuando no eran necesarios (91,7%) y la prescripción de una gama inadecuada de antibióticos 57 (8,3%) fueron las dos motivaciones principales para afirmar que las prescripciones eran inadecuadas. En el examen multivariado, el hecho de que el niño no tuviera diarrea se relacionó de forma autónoma con el antibiótico adecuado (AOR=0,261, IC del 95%: 0,095-0,714), mientras que el hecho de que el prescriptor fuera pediatra fue un predictor independiente de la prescripción incorrecta de antibióticos (AOR=9,967, IC del 95%: 4,221-23,532).
Conclusión:
En nuestro entorno, la prescripción inadecuada de antibióticos en casos de tos o diarrea fue elevada. Los factores que contribuyen al uso inadecuado de antibióticos por parte de los profesionales sanitarios deben ser abordados por las autoridades responsables para prevenir la aparición de microorganismos resistentes a los antibióticos.