Psiquiatría Clínica Acceso abierto

Abstracto

TCC de una persona que vive en situación de discapacidad mental y presenta un trastorno de ansiedad asociado a una fobia específica

Pierre El Korh y Fabienne Giuliani

La prevalencia de los trastornos de ansiedad en una población con deficiencia intelectual es del 43%. El enfoque multimodal integrado destaca diferentes factores de riesgo predisponentes: vulnerabilidad y sus consecuencias en las conductas adaptativas y déficits en el proceso de aprendizaje; interacciones con el entorno. Las experiencias negativas y una débil percepción de control conducen a una mayor expectativa de fracaso, lo que resulta en un aumento de la ansiedad para la persona discapacitada. Por otro lado, el entorno, la familia y los profesionales pueden inducir respuestas de dependencia, miedo y evitación, y en consecuencia, una disminución de las oportunidades de desarrollar habilidades sociales y emocionales. La terapia cognitivo-conductual fue adaptada al paciente. La alianza terapéutica con el paciente, así como con su familia y profesionales, fue la piedra angular y la condición necesaria para el procedimiento terapéutico. El análisis funcional subrayó tres ejes terapéuticos: 1) un trabajo sobre las reacciones fisiológicas de la ansiedad y la fobia a los trenes, utilizando las técnicas de gestión de la reacción 2) un trabajo sobre la reestructuración cognitiva. 3) un trabajo sobre el comportamiento durante la exposición a la situación inductora de ansiedad. Simultáneamente, el paciente recibió un tratamiento antidepresivo y ansiolítico. Se utilizaron otras habilidades y técnicas: el seguimiento ocular (ASL móvil) para señalar los recursos del paciente; el enfoque psicoeducativo utilizando el "cojín del corazón" (coherencia cardíaca) como mediador para compartir la comprensión de la situación; un enfoque motivacional para la planificación de la exposición; y el modelo PEUR, utilizado en terapias de grupo para dividir la terapia en secuencias, fomentando así el autocontrol. Las mediciones a intervalos frecuentes y regulares han demostrado la rápida evolución del paciente y la pertinencia del enfoque cognitivo-conductual durante las terapias para personas que viven en situación de discapacidad mental y presentan trastornos mentales concomitantes.