Julio Barroco
Según la literatura, la prevalencia del riesgo de desnutrición en personas hospitalizadas supera el 25% de los pacientes, esta evidencia también está relacionada con la baja satisfacción alimentaria. Para reducir la desnutrición hospitalaria también es importante mejorar el consumo de comidas mediante la implementación de la calidad organoléptica y nutricional (O&NQ). La Agencia Local de Salud de Trieste (ASUITS) ha realizado encuestas para averiguar cómo evaluar y mejorar las calificaciones de adquisición de los sistemas de catering hospitalarios (HCS) y cómo implementar O&NQ. Se evaluaron los procesos de producción de comidas servidas en dos clínicas utilizando el proceso de producción Cook Chill (CC) y Cook/Fresh-Hot Hold (CFHH), respectivamente, de 2017 a 2019. Se aplicó el proceso de puntos críticos de control del análisis de nutrientes para la evaluación de dos sistemas de catering. Además, se analizó el poder antirradical (ARP) de 120 muestras de comidas de la Universidad de Trieste. En 2019 se realizó una investigación para comparar la satisfacción y el contenido de ARP de las comidas servidas a pacientes en dos salas de hospital (N=60). Se sirvieron las comidas a pacientes de dos salas respectivamente con CC Cold Plating Retherm (PR) y CC Hot PR. Las comidas producidas por el proceso de producción CC destacan la pérdida promedio del 50% de ARP en comparación con el CFHH. Las comidas producidas por el método CC Cold PR limitan la pérdida de ARP en un 15-40% menos en comparación con el método CC Hot PR. Las encuestas han producido evidencia significativa para evaluar los procesos de producción de comidas hospitalarias y mejorar la O&NQ. Los resultados se utilizaron para desarrollar recomendaciones para la redacción de especificaciones de licitación capaces de proteger también las variables nutricionales.