Fe Kok
El impacto de las conductas desadaptativas en la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) de los niños en edad preescolar con trastorno del espectro autista (TEA) es relativamente inexplorado. Este estudio pretende explorar el grado de influencia que tienen los diferentes tipos de conductas desadaptativas (internalizadas, asociales y externalizadas) en la CVRS de este grupo, cuando se controlan las características de fondo (edad, ingresos mensuales brutos, tipo de vivienda y duración diaria del sueño) y el funcionamiento adaptativo.
Se recopilaron las Escalas de conducta independiente revisadas (SIB-R) y los cuestionarios de características de antecedentes de 99 cuidadores de niños con TEA que buscaban tratamiento en el Hospital de Mujeres y Niños KK. Estos se utilizaron para evaluar la gravedad de las conductas desadaptativas, el nivel de funcionamiento adaptativo y algunas características de antecedentes de estos niños. La relación de estos con la calidad de vida relacionada con la salud psicosocial y física en estos niños se evalúa con el Inventario de calidad de vida pediátrica (PedsQL).
La regresión múltiple reveló que las conductas desadaptativas tienen un mayor impacto en la CVRS que las habilidades adaptativas y las características de fondo. Las conductas desadaptativas asociales tienen la influencia más singular en la CVRS de las tres conductas desadaptativas, lo que sugiere que las dificultades en la interacción social y la comunicación manifestadas por los niños con TEA desempeñan el papel más importante en su CVRS a esta edad. Las habilidades adaptativas tienen un impacto menor pero aún único en la CVRS, mientras que las características de fondo no son significativas.
Los tipos específicos de conducta asocial desadaptativa y su impacto en la calidad de vida relacionada con la salud en este grupo de edad se pueden estudiar más a fondo con escalas específicas para el TEA, como la Escala de Respuesta Social (SRS) y la Escala Revisada de Conductas Repetitivas (RBS-R). De este modo, se pueden desarrollar intervenciones conductuales más específicas para mejorar la calidad de vida de los niños en edad preescolar con TEA.