Leslie A. McCallum
La anorexia nerviosa (AN) es una enfermedad mental compleja, potencialmente mortal y con altas tasas de comorbilidad. Este trastorno tiene uno de los peores pronósticos de todas las enfermedades mentales, con una tasa de mortalidad del 10,5%. Afecta a personas de diferentes niveles socioeconómicos, culturas, sexos, géneros y edades. No existe un tratamiento universalmente eficaz para los adultos que viven con AN. A pesar del alto porcentaje de personas que continúan viviendo con AN durante décadas, existe una comprensión limitada de lo que significa estar en la mediana edad viviendo con un trastorno que se observa más comúnmente entre adolescentes y adultos jóvenes. Este fue un estudio cualitativo que utilizó la metodología de la teoría fundamentada constructivista. Esta investigación se llevó a cabo de acuerdo con el protocolo de ética aprobado por el Consejo de Ética de Investigación en Ciencias de la Salud de la Universidad de Toronto. Diecinueve personas en la mediana edad (40 a 65 años de edad) que viven con AN participaron en entrevistas individuales en profundidad. Cuatro hallazgos principales surgieron de este estudio. Primero, existen diferencias importantes entre vivir con AN en la mediana edad versus cuando uno es más joven. En segundo lugar, según esta muestra y sus relatos retrospectivos, el trauma complejo es común entre las personas de mediana edad que viven con anorexia nerviosa. En tercer lugar, la mediana edad puede actuar como una barrera para buscar tratamiento y/o facilitar la desvinculación del tratamiento. En cuarto lugar, se producen cambios en la mediana edad que pueden actuar como catalizadores para participar plenamente en la recuperación. Reconocer los desafíos adicionales que conlleva la mediana edad, así como aprovechar las cualidades desarrolladas en la mediana edad, ayudará a este grupo de mayor edad a avanzar en su camino hacia la recuperación, pasando de sentirse desesperanzado a sentirse esperanzado en los centros de salud.