Rosario MS y Sison JKT
Introducción: Los tumores intradurales de la médula espinal son poco frecuentes, con una incidencia de 3 por cada 100.000 personas. Existen múltiples informes sobre hematomas intrarraquídeos con deterioro neurológico tras la inserción de una aguja espinal, pero pocos informes han confirmado hemorragias intrarraquídeas a partir de un ependimoma lumbar no diagnosticado tras un intento de anestesia espinal.
Métodos: Un hombre de 22 años con dolor lumbar progresivo presentó déficits sensoriales y motores en ambas extremidades inferiores después de sufrir punciones lumbares fallidas para un procedimiento urológico bajo anestesia espinal. Una resonancia magnética multiplanar con contraste mostró una gran masa nodular intradural de L2 a S2. Se realizó descompresión posterior, resección del tumor intradural e instrumentación posterior con fusión espinal de L2 a L5.
Resultados: El estudio histomorfológico de la muestra tumoral mostró un ependimoma mixopapilar (grado 1 de la OMS). Los músculos flexores de la cadera y extensores de la rodilla mejoraron a 4/5 bilateralmente en la segunda semana después de la cirugía, los dorsiflexores del tobillo y los extensores del dedo gordo del pie a 4/5 bilateralmente en la tercera semana y los flexores plantares del tobillo a 4/5 bilateralmente en la cuarta semana. El paciente ya deambulaba con ayuda de un andador un mes después de la cirugía. El clonus del tobillo desapareció en la segunda semana y tanto la sensibilidad dermatomal como la perianal se recuperaron por completo bilateralmente en la cuarta semana.
Conclusión: Se cree que el ependimoma mixopapilar intradural es propenso a la hemorragia debido a su estructura vascular. Este informe llama la atención sobre la necesidad de una evaluación cuidadosa de los síntomas que sugieran la presencia de una masa espinal, antes de planificar una punción lumbar o una anestesia peridural o raquídea.