André Zacharia, Asaid Khateb y Jean-Marie Annoni
Un hombre de 87 años fue internado por alucinosis peduncular (AP), caracterizada por alucinaciones visuales y auditivas agudas, vívidas, continuas y complejas, que se desencadenaban por la fijación en una pared en blanco. La resonancia magnética reveló un accidente cerebrovascular parietal izquierdo subagudo. Los síntomas desaparecieron después de seis semanas. Un experimento de fMRI, utilizando períodos de estimulación visual (tablero de ajedrez, VS) alternados con una condición inductora de alucinosis (pantalla en blanco, AP), reveló que la AP en relación con VS provocó un patrón complejo de activación que involucraba la corteza cingulada posterior, la AMS, el giro temporal superior izquierdo y el lóbulo parietal inferior. Esta es, hasta donde sabemos, la primera observación que indicó que la AP podría ocurrir después de lesiones corticales. Además, los resultados de fMRI sugirieron que las escenas vívidas y complejas generadas internamente en el cerebro del paciente estaban respaldadas por grandes redes neuronales asociativas que no implicaban necesariamente al mesencéfalo.