Ian V. J. Murray1
La formación de amiloide es el sello patológico de la diabetes tipo 2 (DT2) y la enfermedad de Alzheimer (EA). Estas enfermedades se caracterizan por depósitos extracelulares de amiloide polipéptido de amiloide de los islotes (IAPP) dentro del páncreas y amiloide β (Aβ) dentro del cerebro. Dado que se ha demostrado que el IAPP ingresa al cerebro y que los amiloides dispares pueden cruzarse entre sí para reforzar la formación de amiloide, determinamos si dicha siembra cruzada puede ocurrir con los amiloides involucrados en la DT2 y la EA. Demostramos que: (1) el IAPP promovió la oligomerización de Aβ in vitro e in silico, (2) la inyección periférica de IAPP aumentó los niveles de IAPP en el cerebro murino, (3) el IAPP endógeno se localizó en Aβ en placas en modelos de ratón de EA, (4) el IAPP estaba presente y era secretado por los astrocitos, y (5) los niveles de IAPP estaban elevados en el humor cefalorraquídeo (LCR). Estas observaciones nos llevaron a explorar un posible mecanismo por el cual la IAPP elevada durante la disfunción metabólica entra al cerebro para sembrar de forma cruzada Aβ y aumentar la patología de la EA. Probamos este mecanismo tanto en humanos como en ratones transgénicos, correlacionando los niveles periféricos de IAPP con la patología de la EA. En los afroamericanos, un grupo con mayor riesgo tanto de diabetes tipo 2 como de EA, los niveles periféricos de IAPP no fueron significativamente diferentes en muestras sin enfermedad, diabetes tipo 2, EA o ambas. Además, dentro del modelo de ratón Tg 2576 EA, los niveles plasmáticos de IAPP no se elevaron significativamente a una edad en la que los ratones exhiben la intolerancia a la glucosa de la prediabetes. En apoyo de estos datos, parece poco probable que la IAPP periférica sembre de forma cruzada la patología Aβ en el cerebro con EA. Sin embargo, ofrecemos evidencia de una asociación única entre la IAPP derivada del cerebro y la EA, lo que sugiere que la IAPP derivada del cerebro desempeña un papel en la oligomerización de Aβ y la patología de la EA. Esta posible conexión, junto con el papel conocido del IAPP en el peso y el estado de ánimo, requiere más investigación.