Geng Ruei Chang
La seguridad alimentaria en la acuicultura es una preocupación crucial para la salud pública en todo el mundo. Aunque Taiwán es una isla pequeña, las técnicas de acuicultura superiores que emplea le permiten mantener su competitividad en la región asiática. Para lograr una mayor productividad, la acuicultura de Taiwán prefiere operaciones intensivas de cría a gran escala, que pueden aumentar la susceptibilidad a numerosos patógenos. El uso de varias sustancias químicas con actividad antimicrobiana puede ser necesario para prevenir y tratar enfermedades microbianas y parasitarias. Debido a esto, los residuos de medicamentos veterinarios prohibidos, a saber, cloranfenicol, verde de malaquita y verde de leucomalaquita y metabolitos de nitrofurano pueden estar presentes en los mariscos disponibles para el consumo. Su toxicidad para los consumidores, así como su posible impacto en el medio ambiente, podrían generar barreras para la comercialización dentro de Taiwán y para la exportación. El objetivo de esta revisión fue proporcionar contexto y evidencia para el uso de agentes prohibidos en mariscos cultivados, como almejas duras, almejas de agua dulce, abulones y orejas de mar. El cultivo de estos mariscos surgió en Taiwán en la década de 1990. Se dedicó especial atención a la detección de los niveles residuales y las proporciones violadas de medicamentos veterinarios utilizados ilegalmente en productos de mariscos entre 2010 y 2015. Los resultados de estas encuestas indicaron que la población taiwanesa está expuesta a bajas concentraciones (ng/g) de algunos residuos de medicamentos veterinarios prohibidos, como cloranfenicol, AOZ y SEM, a través de su consumo de mariscos. Entre estas muestras, la proporción más alta de identificación positiva de medicamentos veterinarios prohibidos fue del 12,8% de 39 muestras en 2011, sin embargo, los residuos estaban en cantidades traza, sin riesgo inmediato para la salud del consumidor. Por lo tanto, es necesario un seguimiento continuo de los productos acuáticos para garantizar la seguridad alimentaria. Además, estos hallazgos actúan como referencia para las autoridades sanitarias y agrícolas para mejorar la administración y la regulación.