Cacao Banerjee
Tras décadas de relegación a la periferia del sistema de atención sanitaria, el tratamiento del consumo de sustancias pasará pronto a formar parte de la atención médica general, junto con otras especialidades sanitarias. La aprobación de la ACA (Ley de Atención Asequible de 2010) aceleró la tendencia hacia una mayor integración de la salud conductual (incluido el consumo de sustancias) con la atención sanitaria primaria. Varias tendencias en las últimas dos décadas contribuyeron a cambiar la visión del consumo de sustancias, que pasó de ser un problema puramente "moral", arraigado en las deficiencias de carácter de los consumidores de sustancias, a una enfermedad crónica y recidivante que podía tratarse y controlarse. Los cambios fueron precipitados por cuatro tendencias: a) el aumento del coste del consumo de sustancias, b) la carga del consumo de sustancias en el sistema de justicia penal, c) el coste del consumo de sustancias en el sistema de atención sanitaria y d) la creciente evidencia de la eficacia del tratamiento. El artículo examina cómo el aumento de los costes en los sistemas de justicia penal y de atención sanitaria impulsó cambios hacia el tratamiento del consumo de sustancias y el papel de la evidencia en la legitimación del tratamiento del consumo de sustancias.