Pedro Mansfield
Los múltiples avances en genética de los últimos 60 años no nos han acercado a comprender qué nos convierte en homo sapiens. Hemos sido ciegos a la causalidad de la forma orgánica, y hasta hace poco confiábamos en que los genes fueran los responsables de todo. Ahora que por fin estamos pensando en términos epigenéticos, deberíamos comprobar lo que la física puede decirnos.