Ashim Roy, Lela Shengelia y Hans B. Dupont
En Bangladesh central ya se ha producido una epidemia concentrada de VIH entre los consumidores de drogas inyectables. La prevalencia del virus de la hepatitis C y de las infecciones de transmisión sexual es elevada entre los consumidores de drogas inyectables, lo que indica que sus prácticas son de riesgo. Para evitar una mayor propagación del VIH en el país, garantizar los derechos humanos de los consumidores de drogas inyectables es una prioridad. El acceso universal de los consumidores de drogas inyectables a los servicios de minimización de daños ha demostrado ser eficaz para prevenir y controlar la propagación del VIH en los consumidores de drogas inyectables; por ejemplo, en los Países Bajos, Australia, Suiza, Indonesia, China y otros países. La falta de claridad entre las leyes de control de estupefacientes y la estrategia nacional de reducción de daños impide su funcionamiento activo y su consecución en Bangladesh. Para controlar una mayor propagación del VIH desde y dentro de los consumidores de drogas inyectables, es necesario considerar como prioridad las siguientes estrategias:
Se deberían implementar en todo el país programas integrados de reducción de daños para consumidores de drogas inyectables que incluyan intercambio gratuito de agujas y jeringas, sustitución de drogas por vía oral (por ejemplo, con metadona), distribución de preservativos, educación sanitaria y rehabilitación.
Se debe garantizar en mayor escala la colaboración entre el sector público y el privado para brindar servicios de reducción de daños y la cooperación entre los proveedores de servicios y los organismos encargados de hacer cumplir la ley.
La colaboración intersectorial para despenalizar a los drogadictos es una alta prioridad.