El envejecimiento está asociado con una amplia gama de trastornos humanos, incluidos el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. El envejecimiento se asocia con profundos cambios epigenéticos, que resultan en alteraciones de la expresión genética y alteraciones en la arquitectura genómica amplia y el paisaje epigenómico.
La potencial reversibilidad de estos cambios epigenéticos que ocurren como sello distintivo del envejecimiento ofrece oportunidades interesantes para alterar la trayectoria de las enfermedades relacionadas con la edad.