Los antipsicóticos, en particular los antipsicóticos de primera generación, pueden causar acatisia.
Un trastorno del movimiento caracterizado por una sensación de inquietud interior y una necesidad imperiosa de estar en constante movimiento, así como por acciones como balancearse mientras está de pie o sentado, levantar los pies como si estuviera marchando sobre el terreno y cruzar y descruzar las piernas mientras sesión.