El trauma cerrado se refiere a cualquier trauma físico en una parte del cuerpo, ya sea por impacto o lesión no intencional o por cualquier ataque físico intencional. Se puede enunciar como un traumatismo inicial a partir del cual suele producirse una forma o traumatismo específicamente clasificado como contusiones, abrasiones, laceraciones o fracturas óseas. A veces también se le conoce como lesión contundente, traumatismo no penetrante o traumatismo por fuerza contundente.