La anormalidad fundamental que resulta en el desarrollo del cáncer es la continua proliferación no regulada de células cancerosas. Las células cancerosas crecen y se dividen de manera descontrolada en lugar de responder adecuadamente a las señales que controlan el comportamiento normal de las células, invadiendo tejidos y órganos normales y, finalmente, diseminándose por todo el cuerpo.