Células derivadas de un feto que conservan la capacidad de dividirse, proliferar y proporcionar células progenitoras que pueden diferenciarse en células especializadas. El embrión se denomina feto después de la octava semana de desarrollo. Una vez que se ha recolectado una célula madre fetal, tiene el potencial de vivir indefinidamente en el laboratorio. Las células madre fetales se pueden aislar de la sangre y la médula ósea del feto, así como de otros tejidos fetales, incluidos el hígado y el riñón.