Las medidas de control de infecciones tienen como objetivo garantizar la protección de aquellos que son vulnerables a contraer una infección tanto en la comunidad en general como mientras reciben atención debido a problemas de salud, en una variedad de entornos. El principio básico de la infección se relaciona con la prevención de infecciones nosocomiales o relacionadas con la atención médica, una subdisciplina práctica de la epidemiología.