Noche de Sunil
En el mundo actual, en el que los pacientes están más capacitados y se presta más atención a la seguridad de los medicamentos, el papel de la farmacovigilancia nunca ha sido más crucial. Las organizaciones sanitarias deben inculcar prácticas sólidas para detectar, evaluar, informar y prevenir los efectos adversos, tanto para garantizar el cumplimiento normativo como para reducir el riesgo para los pacientes. Sin embargo, los procesos de farmacovigilancia suelen ser muy manuales y requieren muchos recursos. Por ello, los afiliados, socios y distribuidores notifican los eventos adversos en todo el mundo en varios idiomas y formatos y en documentos estructurados, no estructurados y escritos a mano. Normalmente, las grandes empresas farmacéuticas reciben entre 300.000 y 500.000 eventos adversos al año. Estos documentos son procesados manualmente por grandes equipos que identifican y extraen la información pertinente y la introducen en el sistema de seguridad. A esto le sigue una revisión médica y de calidad antes de que los datos se notifiquen a los organismos reguladores. La automatización del procesamiento de casos de seguridad farmacéutica representa una oportunidad importante para afectar al factor de costo más importante para el presupuesto general de farmacovigilancia de una empresa.